A la salida de Jorge Medina Lizárraga no hay que buscarle trasfondo escandaloso o político, dejó el cargo en la dirección de Desarrollo Económico para ocuparse de proyectos personales que le ameritan tiempo completo y con ello genera un vacío difícil de llenar porque en términos generales no dio problemas, se comportó a la altura de su cargo desde el inicio de la administración y hasta el último día de trabajo.
De hecho, todavía ayer el ex funcionario se presentó en una conferencia de prensa ya programada antes de su renuncia para cumplir con la agenda, aun cuando ya se encuentra en proceso de entrega recepción.
El caso de Jorge representa un reto para la administración municipal debido a la falta de perfiles como el de él que quieran incorporarse a colaborar en los gobiernos por la mala imagen que han dejado políticos incrustados por décadas en el servicio público.
Ya son pocas las personas preparadas, honestas y con buena imagen a la sociedad que se arriesguen a perder tiempo y prestigio por un puesto temporal por eso no será fácil encontrar a alguien adecuado para el cargo que implica promover empresas y dar seguimiento a una agenda de apoyo a sectores productivos desde la capacitación hasta programas de financiamiento.
Lo ideal sería alguien con experiencia y que no dé problemas para evitar la inestabilidad natural cuando se dan cambios como todos los que se han generado en una administración dinámica como la que encabeza la doctora Karla Córdova.
El cambio de Jorge no es el primero ni el único, pero ojalá que sea el último porque en el segundo año de gobierno la prioridad es fortalecer al equipo de trabajo sin sobresaltos y con bases sólidas para consolidar obras y proyectos de desarrollo económico.