No comparto esa opinión. Pienso que AMLO irá por the whole enchilada, como dicen los americanos para aludir a la totalidad de algo. En efecto, el monarca de la 4T necesita mostrar músculo para "la grande", la elección presidencial del 24, y no lo mostrará si gana solo una de las dos elecciones previas. Echará entonces toda la carne al asador en ambos estados. El dedito presidencial señaló ya a Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad, como su candidato para Coahuila. Esa decisión no parece muy atinada. En vez de apostar por un político local AMLO escogió a alguien que es más conocido en Guerrero que en Coahuila, tanto que se ha declarado guerrerense y ahí ha desarrollado principalmente su carrera política. Tal designación ha causado malestar entre los morenistas de Coahuila que podrían aspirar a la candidatura, y más porque Mejía, sabedor de que es desconocido en la entidad, ha empezado a promover activamente su imagen por medio de anuncios espectaculares cuando ni siquiera han empezado todavía las campañas, lo cual lleva consigo un tufo de ilegalidad. Coahuila ha estado bien gobernado por el priista Miguel Riquelme, y el seguro candidato del PRI, Manolo Jiménez Salinas, fue un excelente alcalde de Saltillo, y es conocido y apreciado. Pesan en contra del priismo, sin embargo, el mal recuerdo del moreirato y el pésimo desempeño de la dirigencia nacional del partido tricolor. Aun así, el buen gobierno que Riquelme ha hecho, reconocido por tirios y troyanos, y el carisma y desempeño de Manolo Jiménez, más la estructura que el PRI mantiene en el estado, pueden darle el triunfo al candidato priista. Pero ya sabemos de lo que es capaz AMLO para salirse con la suya. Famosos cazadores de leones había en África. Puedo citar a Hubert Hunter, de nacionalidad británica, a Henri Braconnier, francés, y a Hans Jägger, alemán. El mejor de todos, sin embargo, era Pancho Popochas, mexicano. ¿Por qué se le consideraba así? Porque las pieles de los leones que cazaban los demás mostraban el agujero de la bala, en tanto que los que cobraba Pancho no tenían ninguna señal de balazo, lo cual aumentaba su valor. ¿Cómo hacía Popochas para lograr tal cosa? Algunos decían que esperaba a que el león bostezara para meterle la bala por las abiertas fauces. Tal teoría, empero, caía por los suelos debido a una sorprendente circunstancia: nadie vio jamás un rifle en manos de Pancho. ¿Cómo hacía entonces para cazar a las feroces fieras? Ya que somos dueños del relato sigamos a Popochas en una de sus excursiones venatorias. Iba solo, sin acompañamiento de guías o porteadores. Lo primero que nos asombrará será ver que Pancho no lleva consigo ningún arma. ¿Qué lleva entonces? ¡Una escoba! Sí, una escoba, y un costalito de lona. Llega al lugar por donde merodea el león y deposita en el suelo lo que lleva en aquella pequeña bolsa: pinole. Con él forma un montoncito, y luego se oculta tras los matorrales. Llega el león; mira el pinole y se acerca, curioso, a oliscarlo. En ese preciso momento Pancho sale de su escondite y le introduce al león el palo de la escoba en salva sea la parte. Al sentir esa brusca introducción el rey de la selva hace: "¡Hiiiii!", y aspira el pinole por nariz y boca, con lo cual no puede ya respirar y perece por asfixia. Compadezcamos al pobre león, pero gritemos: ¡Viva siempre el ingenio mexicano!... FIN.
MIRADOR
Por Armando Fuentes Aguirre
Esta yegua se llama la Libertad Lamarque.
Le pusimos ese nombre porque la ves y lloras. Las películas de aquella gran actriz y cantante argentina eran todas lacrimógenas. Con el boleto de entrada al cine, decía la gente, te daban una caja de kleenex.
La Libertad Lamarque -la yegua- está vieja, flaca y encogida. Pero en sus buenos tiempos fue lozana y arrogante. Trajo al mundo cinco o seis potrillos, y cuando mis hijos la montaban trotaba como una pura sangre. Los años, los implacables años, no perdonan, y aquella que fue orgullosa yegua es ahora una anciana que se mantiene en pie, dice don Abundio, sólo porque sabe que si se echa ya no podrá luego levantarse.
Yo quiero mucho a la Libertad Lamarque. Le tengo dicho al viejo cuidador que la consienta, que le dé todos los días doble ración y que esté pendiente de sus males. Ella me mira -su pelaje es blanco y tiene ojos azules-, y me parece que lanza un suspiro de recordación. Yo le acaricio la frente y recuerdo junto con ella. Cuando se vaya ella me iré un poquito yo.
¡Hasta mañana!...
MANGANITAS
Por AFA
". Un hombre joven perdió la memoria y ya no sabe quiénes son sus padres.".
Su situación no es tan crítica:
le dirán su parentela
-incluyendo hasta a su abuela-
si se mete a la política.
NOTA
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