Además de hallar un municipio en abandono, la alcaldesa encontró una comunidad lastimada por el engaño, dolida por la decepción, enojada con los servidores públicos que la defraudaron una y otra vez por eso la exigencia hacia el Ayuntamiento actual es mayor.

Ante el reto la presidenta municipal reaccionó al resolver el problema del servicio de limpia sin generar inestabilidad, ese es el principal logro de su primer año de gestión pero no es el único.

En 12 meses, el gobierno municipal pudo optimizar recursos para comprar carros recolectores de basura, vehículos para seguridad pública, equipo para la policía municipal y para obras públicas.

En el informe la presidenta dio cuenta de la instalación de 5 mil luminarias que serán adquiridas con recursos propios más la inversión próxima de 91 millones de pesos en obras de pavimentación como la mejora del camino al Varadero Nacional y la modernización de la avenida Serdán, así como trabajos en colonias y en el valle.

Es decir la etapa de desarrollo está por llegar luego de que el primer año de mandato se empleara en resolver problemas legales, de salud y de servicios básicos con el gran pendiente de atender la emergencia sanitaria por los derrames de drenaje en la ciudad.

Así la alcaldesa hizo lo que debía en este tiempo al frente de la administración municipal, estableció prioridades para estar en condiciones de promover obras ya en este su segundo año en el que la sociedad le demanda crecimiento y a ese anhelo el gobierno deberá responder con proyectos que generen el desarrollo que Guaymas merece.